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martes, 20 de septiembre de 2022

LAS EXCEDENCIAS Y SUS EFECTOS

 

Una excedencia es una situación en la que produce una suspensión del contrato de trabajo bajo petición expresa de la persona trabajadora.

En función del tipo de excedencia o de determinadas situaciones de antigüedad o cualificación del trabajador/a, la empresa podrá poner más o menos trabas a la concesión de la misma.



TIPOS DE EXCEDENCIAS

Excedencia forzosa.

En este supuesto la concesión es obligatoria por parte de la empresa y da lugar a la conservación del puesto de trabajo, computando como trabajado el periodo de suspensión a los efectos de antigüedad.

Las causas que dan lugar a este tipo de excedencia, son la designación o elección para un cargo público que imposibilite a la persona trabajadora la asistencia al trabajo, y la realización de funciones sindicales, si bien estas deben referirse al ámbito provincial o superior.

La ley no condiciona el derecho a la excedencia forzosa por estas causas al tipo de contrato de trabajo resultando aplicable tanto a los trabajadores temporales como a los fijos. Eso sí, si  se tratase de  un trabajador temporal, se suspenderá el contrato sin que ello varíe su naturaleza temporal.

El ejercicio del cargo público ha de imposibilitar la asistencia al trabajo para que la situación de excedencia forzosa pueda darse, ya que  por ejemplo, no impide la asistencia al trabajo el haber sido elegido concejal de un Ayuntamiento, cargo que sólo le obliga a asistir a los plenos. En lo que respecta a permisos retribuidos  respecto de permisos retribuidos ejercicio de funciones públicas, hay que tener en cuenta:

a) Si las funciones públicas realizadas por el trabajador son retribuidas, este importe se descontará del salario a que tuviese derecho en la empresa;

b) Si el cumplimiento del deber público impide la prestación del trabajo debido en más del 20% de las horas laborables en un período de tres meses, podrá la empresa pasar al trabajador a la situación de excedencia forzosa.

El empresario no está obligado a conceder la suspensión del contrato del trabajador por situación de excedencia forzosa si no existe incompatibilidad horaria con el ejercicio del cargo público.

Es importante destacar que el reingreso al puesto de trabajo ha de ser solicitado dentro del mes siguiente al cese de la causa que motivó la excedencia.

Excedencia voluntaria.

Una vez concedida produce el efecto típico de toda suspensión: mantenimiento del vínculo contractual y suspensión de las obligaciones mutuas de trabajar y remunerar el trabajo. Asi, el trabajador causará baja en la empresa, pero manteniendo  su vínculo contractual con la misma, si bien no existe la reserva del puesto de trabajo cuando finalice la situación de excedencia.

La excedencia voluntaria es en todo caso un derecho del trabajador que no obedece a ninguna causa legalmente prevista sino exclusivamente al interés del propio trabajador y  que no debe justificarse ante el empresario al comunicar su pase a dicha situación de excedencia

El empresario no podrá negarse a su reconocimiento, siempre que el trabajador solicitante reúna los requisitos que exigidos en el Estatuto de los Trabajadores. 

No existiendo legalmente un plazo de preaviso para la solicitud de excedencia voluntaria, y sin perjuicio de que ello sea objeto de regulación en el convenio colectivo aplicable a la relación laboral, siempre deben aplicarse las normas de la buena fe contractual que rigen las relaciones laborales.

Hay que destacar que en existe la posibilidad de que el empresario se niegue a reconocer al trabajador la situación de excedencia voluntaria, si la solicitud lo era para trabajar en empresa que pueda incurrir en competencia.

La excedencia voluntaria, se reconoce a trabajadores tanto indefinidos como temporales, siempre que se den los requisitos legales. Al igual que con la excedencia forzosa, si  se tratase de  un trabajador temporal, se suspenderá el contrato sin que ello varíe su naturaleza temporal.

No genera derechos de antigüedad en la empresa ni se tendrá en cuenta el periodo en excedencia voluntaria para el cálculo de la indemnización por despido.

Efectos para la persona trabajadora de la excedencia voluntaria.

El trabajador excedente voluntario solo conserva un derecho preferente al reingreso, condicionado a la existencia de vacantes de igual o similar categoría a la suya. Es un derecho condicionado a la existencia de vacante en la empresa, y no un derecho incondicional ejercitable de manera inmediata en el momento en que el trabajador exprese su voluntad de reingreso. Por ello la empresa podrá disponer del puesto de trabajo que el trabajador excedente deja libre: bien amortizándolo mediante la reordenación de los cometidos laborales que lo integran, bien contratando a un trabajador con carácter indefinido.

Precisamente al no existir derecho a la reserva de puesto de trabajo, la excedencia voluntaria no es un supuesto que justifique, mientras dura, la contratación de un trabajador interino.

Ello no impide que entre empresario y trabajador excedente se haya pactado el reingreso automático al final de la excedencia voluntaria.  Ese pacto, más favorable para el trabajador y ajustado a Derecho, está amparado por el artículo 3.1.c ET. También puede fijarse el reintegro en convenio colectivo, en cuyo caso el reingreso es obligado para el empleador

Al no existir obligación de reserva del puesto de trabajo, queda confiada a la decisión del empresario mantener el puesto dejado vacante por el excedente voluntario, amortizarlo aún cuando asuman sus funciones otros trabajadores de la empresa, o reordenando los cometidos laborales en la empresa  o contratar a otro trabajador para realizar las funciones del excedente.

En situaciones de regulación de empleo, el derecho al reingreso condicionado a la existencia de vacante se mantiene si el excedente voluntario no ha sido incluido en la relación de trabajadores afectados por un expediente de regulación de empleo en la empresa, siempre que dicho expediente no afecte a la totalidad de los trabajadores de la misma.

Si la regulación de empleo afectase al excedente voluntario, no tendría derecho a indemnización si se encontrase prestando servicios para otra empresa en el momento de la extinción de los contratos de trabajo o aunque no se realizase esta prestación de servicios para otra.  Quien sí tendrá derecho a la indemnización por regulación de empleo será el trabajador afectado por el mismo que pudo contratarse durante la excedencia del primero.

Al no prohibirse expresamente en el artículo 46 ET el trabajo del excedente voluntario aunque sea en empresa competidora, éste sólo puede prohibirse si así está expresamente pactado con el empresario o si así está previsto en el convenio colectivo vigente en el momento de pasar el trabajador a la situación de excedencia. Por ello, si el trabajador excedente voluntario trabaja por cuenta propia o ajena en actividad competitiva con el empresario, no incurre en causa justificada de despido

Por el contrario,  si el convenio colectivo prohibiese trabajar para empresas que compiten con la primera durante la situación de excedencia y el trabajador lo hiciese, perdería el derecho al reingreso.

La suspensión del contrato por excedencia voluntaria no elimina posibles condiciones más beneficiosas que el excedente tuviese reconocidas para cuando se produzca el reingreso


Excedencia por cuidado de hijo o de familiares




Esta excedencia, tendrá una duración máxima de tres años para el cuidado de cada hijo, tanto cuando lo sea por naturaleza, como por adopción, o en los supuestos de guarda con fines de adopción o acogimiento permanente, a contar siempre desde la fecha de nacimiento o, en su caso, de la resolución judicial o administrativa.

También la persona trabajadora tendrá derecho a una excedencia de duración no superior a dos años –ampliable por negociación colectiva - para el cuidado de un familiar, hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, quien por razones de edad, accidente enfermedad o discapacidad no pueda valerse por sí mismo y no desempeñe actividad retribuida.

Esta excedencia, cuyo período de duración podrá disfrutarse de forma fraccionada, constituye un derecho individual de los trabajadores, hombres o mujeres. No obstante, si dos o más trabajadores de la misma empresa generasen este derecho, por el mismo sujeto causante, el empresario podrá limitar su ejercicio simultáneo por razones justificadas de funcionamiento de la empresa.

El inicio de un nuevo período de excedencia, como es lógico, dará fin al que en su caso se viniere disfrutando.

El período en que el trabajador permanezca en situación de excedencia será computable a efectos de antigüedad y el trabajador tendrá derecho a la asistencia a cursos de formación profesional, a cuya participación deberá ser convocado por su empresario, especialmente con ocasión de su reincorporación.

La persona trabajadora, durante el primer año tendrá derecho a reserva de puesto. Transcurrido dicho plazo, la reserva quedará referida a un puesto de trabajo del mismo grupo profesional o categoría equivalente.

No obstante, si la persona trabajadora forme parte de una familia que tenga reconocida la condición de familia numerosa, la reserva de su puesto de trabajo se extenderá hasta un máximo de quince meses cuando se trate de una familia numerosa de categoría general, y hasta un máximo de dieciocho meses si se trata de categoría especial. Cuando la persona ejerza este derecho con la misma duración y régimen que el otro progenitor, la reserva del puesto de trabajo se extenderá hasta un máximo de dieciocho meses.

Los períodos de hasta tres años de excedencia por cuidado de hijo o menor, tendrán la consideración de periodo de cotización efectiva a efectos de las correspondientes prestaciones de la Seguridad Social por jubilación, incapacidad permanente, muerte y supervivencia, maternidad y paternidad. De igual modo, se considerará efectivamente cotizado a los efectos de las prestaciones indicadas anteriormente, el primer año del período de excedencia para el cuidado de otros familiares.

Cuando las situaciones de excedencia señaladas hubieran estado precedidas por una reducción de jornada por razones de guarda legal, a efectos de la consideración como cotizados de los períodos de excedencia que correspondan, las cotizaciones realizadas durante la reducción de jornada se computarán incrementadas hasta el 100 por cien de la cuantía que hubiera correspondido si se hubiera mantenido sin dicha reducción la jornada de trabajo.

La situación de excedencia por período no superior a tres años para atender al cuidado de cada hijo tendrá la consideración de situación asimilada al alta para obtener las prestaciones por desempleo.

Dicho período no podrá computarse como de ocupación cotizada para obtener las prestaciones por desempleo, pero a efectos de este cómputo se podrá retrotraer el período de los seis años anteriores a la situación legal de desempleo o al momento en que cesó la obligación de cotizar por el tiempo equivalente al que el trabajador hubiera permanecido en la situación de excedencia forzosa.

 

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